martes, 3 de abril de 2012

Aljibes, un patrimonio olvidado...

Mucho antes de dar comienzo en las islas a las perforaciones de profundas galerías, o pozos, para obtener el preciado líquido, el agua se solía almacenar en aljibes excavados en el suelo, sobre todo en las casas labriegas o caseríos aislados de cualquier fuente o manantial. Era importante que el aljibe tuviera una buena capacidad de reserva de agua, sobre todo para hacer frente a una posible escasez de lluvia; así mismo el aljibe tenía que estar techado y dotado de un brocal con puerta para que no entrara la luz solar.

Aljibe, que es una palabra de origen árabe ( ál-yubb ) significa pozo o cisterna; se abastecía del agua de lluvia que se podía recoger de las azoteas, tejados o atarjeas excavadas en el propio terreno.

A través del brocal y con la ayuda de un garabato, se introducía un balde con el cual se extraía el agua necesaria en el momento; el garabato consistía en un palo largo terminado en gancho, aunque también se podía utilizar una cuerda.

Estos requerían unos cuidados y mantenimientos especiales, hay que tener en cuenta que de ellos dependía la obtención de agua para el consumo humano. Una de las principales preocupaciones de los habitantes de una casa con aljibe, era mantener limpios los conductos de entrada del agua : atarjeas, azoteas y filtros o coladeras.
Estos no recibían ningún tratamiento con productos químicos, a veces alguna piedra de cal con desinfectante, pero por lo general como en su interior reinaba la oscuridad total, el agua se mantenía pura y sin ningún tipo de larvas, lo que la hacia apta para el consumo, o al menos eso es lo que parecía.
Bien es verdad que en tiempos pasados, la sanitaria no era precisamente una de las principales preocupaciones; primero había que sobrevivir, y era bastante difícil.

Los aljibes que aun se conservan formando parte del territorio insular, pueden parecer hoy curiosas construcciones, pero en décadas pasadas formaban parte de las infraestructuras necesarias para sobrevivir. En momentos de escasez de lluvia y en asentamientos lejos de cualquier fuente, quien no tuviera un aljibe lo podía pasar muy mal

En las islas se conservan cerca de un centenar de aljibes, lo que se traduce por un importante legado patrimonial que debemos proteger para generaciones venideras.

Fuente : APUNTES sobre patrimonio etnográfico de Tenerife
Sr. Francisco Hernandez Martín

Un saludo,
G.M.MONSECCA
FMCL

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