Por el Barranco del Infierno, situado en el municipio de Adeje, al sur de la isla de Tenerife, discurre uno de los senderos más populares de la isla. Esta reserva natural es el segundo enclave más visitado de Tenerife tras el Parque Nacional del Teide. Hace unos años, se produjeron varios accidentes graves entre los excursionistas por desprendimientos y caídas de piedra y varios responsables técnicos y políticos terminaron ante los tribunales, por lo que el Cabildo decidió cerrar el sendero.
Ahora, con la intencion de volver a abrirlo pues es muy importante para la economía local, el Cabildo, a petición del municipio de Adeje, ha solicitado un informe jurídico para regular el uso y las responsabilidades.
La redacción del informe correrá a cargo de José María Nasarre Sarmiento, profesor de Derecho de la Universidad de Zaragoza, director del Master de Derecho en Deporte de Montaña y asesor de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME).
José María Nasarre ha adelantado que el informe aconsejará, entre otros aspectos, la conservación y mantenimiento de los parajes y senderos para mejorar su seguridad; la homologación y señalítica de los senderos atendiendo a su naturaleza y dificultad; el reforzamiento de la vigilancia para que, en caso de accidente, se active los sistemas de emergencia con la mayor brevedad posible; la creación de una guia de buenas prácticas para que los usuarios conozcan sus derechos y deberes; el control de las personas que practican deporte en espacios naturales para que lo hagan en las mejores condiciones posibles para evitar lesiones; y la limitación del número de personas que pueden acudir en grupo a los espacios de mayor dificultad y riesgo.
En el caso de parajes naturales de las características de Barranco del Infierno, el profesor de Derecho aboga porque "toda persona que accede al sendero tenga plena consciencia de los riesgos que asume. De manera que cuando suceda algo, no se pueda argumentar ante un juez que el usuario desconocía los riesgos reales que entrañaba la actividad que realizaba".
José María Nasarre ha adelantado que el informe aconsejará, entre otros aspectos, la conservación y mantenimiento de los parajes y senderos para mejorar su seguridad; la homologación y señalítica de los senderos atendiendo a su naturaleza y dificultad; el reforzamiento de la vigilancia para que, en caso de accidente, se active los sistemas de emergencia con la mayor brevedad posible; la creación de una guia de buenas prácticas para que los usuarios conozcan sus derechos y deberes; el control de las personas que practican deporte en espacios naturales para que lo hagan en las mejores condiciones posibles para evitar lesiones; y la limitación del número de personas que pueden acudir en grupo a los espacios de mayor dificultad y riesgo.
En el caso de parajes naturales de las características de Barranco del Infierno, el profesor de Derecho aboga porque "toda persona que accede al sendero tenga plena consciencia de los riesgos que asume. De manera que cuando suceda algo, no se pueda argumentar ante un juez que el usuario desconocía los riesgos reales que entrañaba la actividad que realizaba".
Sobre la gestión final que se dará a Barranco del Infierno no hay nada cerrado.
Si bien, se apuesta por seguir limitando en 200 personas por dia la entrada al mismo, se estudia la gestión indirecta de este paraje por medio de una empresa cualificada.
Fuente :
DESNIVEL - Marzo 2012
Un saludo,
FMCL
G.M.MONSECCA
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