Estas de forma cilíndrica ( también, las hay de forma rectangular ) en piedra , barro y cal, techo mas o menos ovalado y de unos tres o cuatro metros de diámetro, tuvo múltiples y variados usos a lo largo del tiempo.Al parecer la palabra TARO se trata de una expresión aborigen que aparece en la toponimia de varios lugares de la isla, de Tenerife; el taro de Candelaria, el taro de Arafo, el camino del Taro en Arico, etc...
Este tipo de construcción fue almacén de grano y semillas; servia para guardar los aperos de labranza y como secadero y curación de quesos.
Su estructura esta formada de una tronja a media altura, a la que se accede por una escalera de madera, y un ventanuco de ventilación. Probablemente los aborígenes disponían de estructuras similares con al intención de curar quesos, si es que en realidad los aborígenes elaboraban quesos.
Son construcciones curiosas como el Taro de Güimar, que se localiza a pocos metros de Chinguaro. La estructura dispone de una escalera de caracol para acceder a una planta con cuatro ventanas orientadas una frente a la otra. Nadie sabe a ciencia cierta cuál fue el cometido de esta construcción, pero si lo que pretendía era poner quesos a curar, u otro tipo de alimento, en lo alto hay una buena ventilación.
Sea como fuere, se trata de una curiosa construcción que nunca fue muy abundante en la isla, pero que las pocas que quedan, están en grave peligro. Estamos ante un singular y valioso patrimonio sobre todo por su rareza y escasez.
Fuente :
* Apuntes sobre el patrimonio etnográfico de Tenerife - Los Libros de PINOLERE
Francisco M.Hdez. Martín
Un saludo,
G.M.MONSECCA
FMCL
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