lunes, 3 de mayo de 2010

Día Nacional del Senderista

...la fiesta está en camino
Este pasado fin de semana, tuvo lugar la concentración anual del Senderista. En esta ocasión fue en la Sierra madrileña, y organizado por la Federación Madrileña de Montaña.

Un evento lúdico y deportivo que todos los años reúne a miles de aficionados y que pone de relieve la importancia social y económica que ha adquirido el senderismo.
EL DÍA NACIONAL DEL SENDERISTA se celebró por primera vez en Gijón en el año 2000, como parte del programa de celebraciones del Año Internacional de las Montañas.
Nació con un pro pósito múltiple: reunir a aficionados de todo el país, demostrar que el senderismo puede contribuir al desarrollo rural, y demandar a las administraciones públicas mayor protección de los caminos públicos.

El nuevo evento pasó prácticamente desapercibido hasta hace dos años, cuando se celebró en Zaragoza aprovechando la Exposición Universal del Agua.
Gracias a esta conmemoración, y al buen trabajo de organización de la Federación Aragonesa, se logró reunir a un millar de senderistas venidos de toda España y de Portugal.
La fotografía de los aficionados vertiendo en el Ebro el agua traída de diferentes rin- cones de la Península Ibérica logró hacerse un hueco en la prensa regional. Sin duda, el éxito de la edición aragonesa ayudó mucho a que el último Día Nacional del Senderista, celebrado en la población almeriense del Serón reuniera a más de mil aficionados ve- nidos de toda España, suficientes ya para llamar la atención de los políticos municipales (a nadie se le escapa que un número tan elevado de visitantes tiene un efecto muy positivo en la economía local) y de los políticos regionales.
En Madrid se dierón cita más de dos mil aficionados.

Uno de los objetivos del Día Nacional del Senderista es poner de relieve el cómo esta actividad, casi marginal hasta hace unos pocos años, se ha convertido en un motor de desarrollo económico de las zonas rurales.
Un reciente informe del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio concluía que en los próximos años el turismo que más crecerá será el de interior, y que en este modelo turístico tienen una importancia las actividades deportivas al aire libre, en especial el senderismo.
La conclusión de una institución nada sospechosa de romanticismo coincide con las encuestas realizadas por muchas oficinas de turismo que dicen que por lo primero que se interesan los visitantes es por los senderos que les permitan conocer los puntos más interesantes del lugar, y viene a corroborar algo que ya se sospechaba
...que el senderismo ha pasado en pocos años de ser una actividad sin oficio ni beneficio a ser una variable social y económica a tener en cuenta.

No hay cifras definitivas que avalen esta idea. La propia naturaleza del senderismo hace imposible contar con estadísticas definitivas.

La ERA (European Ramblers Association), lo más parecido a una federación de senderismo internacional, hizo la estimación de que un fin de semana de verano en Europa podría haber unas 50 millones de personas practicando senderismo, aunque posiblemente muchos de ellos no lo supieran.
Sólo en el Parque Nacional de Ordesa, el año pasado se contaron 300.000 personas caminando hacia las gradas de Soaso y la Cola de Caballo.
El sueño de cualquier federación de montaña sería tenerlos como socios. Hay varios datos más que apoyan la hipótesis de que el senderismo brilla con una luz muy fuerte.

El primero es el incremento de senderos homologados en nuestro país: en sólo quince años hemos pasado de 16.000 kilómetros a casi 50.000 repartidos entre senderos de gran recorrido (22.263), pequeño recorrido (25.109) y locales(1.893). A estos habría que añadir un número desconocido de senderos que son “abiertos” y señalizados con otras marcas propias.
El segundo dato tiene si cabe más trascendencia pues de él depende en buena parte el primero. Hablamos de de la intervención pública en este mundo que hasta hace unos años era cosa de unas pocas asociaciones deportivas. Hoy se puede decir que no hay municipio o comarca en España que no incluya propuestas senderistas en sus ofertas turísticas, o que no haya incluido la creación de senderos dentro de sus planes de desarrollo.
No es insensato asegurar que muchos de los fondos de los programas europeos de desarrollo rural se han invertido en acondicionar y señalizar viejos caminos para convertirlos en senderos, y se puede decir lo mismo del famoso Plan E.

Pero quizá más vistoso que estas intervenciones a nivel local sean los proyectos a gran escala promovidos por instituciones públicas y privadas de gran fuste.
Los más vistosos son sin duda el Programa de Caminos Naturales liderado por el Ministerio de Medio Ambiente, y el de Vías Verdes, promovido por la Fundación de Fe- rrocarriles Españoles.
Pero a éstos habría que añadir numerosas iniciativas de ámbito regional, como la Ruta de Don Quijote en Castilla La Mancha o el Legado Andalusí en Andalucía, promovidos por los respectivos gobierno autonómicos, o interregional, como la Red de Senderos del Sistema Central o el Camino del Cid donde intervienen organizaciones de varias provincias y de diferente naturaleza.

Fuente : Federación MADRILEÑA de MONTAÑISMO

Un saludo,
G.M.MONSECCA
FMCL

Nota : Tenemos información de la posible realización para el año 2012 de este evento nacional, en nuestra tierra.
Estaremos atentos para informar

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