Todas las arañas, sin excepción, fabrican seda; aunque no todas la utilicen para fabricar telarañas.
Una araña típica, la araña del jardín (Araneus diadematus) excreta seis tipos distintos de seda, formada por dos tipos de proteínas, llamadas espidroínas, y algunos glúcidos. Las proteínas le dan fuerza y solided manteniendo la elasticidad.
Es asombroso, pero a pesar de ser muy elásticas y dúctiles, las telarañas son más sólidas y consistentes que otros materiales naturales. Sin embargo, un problema que se plantearía es el del rebote del insecto después de tropezar con la telaraña, es el riesgo que se corre por ser elástica, y que provocaría que la araña se quedase sin almuerzo.
Para evitar esto la telaraña es en realidad más larga de lo que parece, pues la mayor parte de su longitud está enrollada en el interior de cuentas acuosas, simulando las cuentas de un collar.
Los hilos de una telaraña pueden estirarse ¡hasta 10 veces su longitud! y vuelven a encogerse lo bastante rápido para que la presa no salga rebotada de la red.
La resistencia de un hilo de araña es de 149 kg/mm2, bastante superior a la del nailon, por ejemplo. Incluso algunas fibrillas tienen una resistencia superior a la del acero en proporción.
La resistencia de un hilo de araña es de 149 kg/mm2, bastante superior a la del nailon, por ejemplo. Incluso algunas fibrillas tienen una resistencia superior a la del acero en proporción.
Tal es así que la telaraña es capaz de aguantar un animal 2.000 veces más pesado que ella.
Además cuando una araña abandona su tela, ésta desaparece muy lentamente debido a que el hilo de seda apenas sufre agresiones procedentes de bacerias u hongos,a pesar de tratarse de una estructura proteica, gracias a la presencia en la seda de una capa bactericida y fungicida, de composición no totalmente determinada.
Para que un insecto quede atrapado en esta fina trampa se necesita que la seda sea pegajosa.
Para que un insecto quede atrapado en esta fina trampa se necesita que la seda sea pegajosa.
Otra propiedad de las telarañas (con gran variabilidad según la especie de araña) es, además de la elasticidad, la ductilidad y la resistencia, la pegajosidad. La sustancia que reviste las cuentas es, además de ser acuosa, pegajosa.
Cuando un insecto tropieza con una telaraña durante su serpenteado vuelo queda atrapado en ella, comenzando a forcejear para intentar liberarse, objetivo que se cumple las menos de las veces...Entonces la temible araña sale de su escondrijo y velozmente camina sobre los hilos guiándose por las vibraciones de los forcejeos para llegar a donde el desafortunado insecto se encuentra, lo inmoviliza y procede a suministrarle una inyección de veneno que lo paraliza o lo mata...
En fin, pasamos tantas veces al lado de unas cuantas y no nos imaginamos lo que encierran ¡¡¡¡¡¡
Un saludo,
G.M.MONSECCA
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